El balance perfecto no existe (y eso está bien)

Hay dramas personales que se convierten en organizacionales y viceversa. Uno de los más comunes —y complejos— es el del famoso balance de vida. Es como el dilema del huevo y la gallina: ¿qué viene primero, el desbalance personal o el desbalance laboral?

🎯 El proyecto de vida tiene esferas, no reglas fijas

Un proyecto de vida se compone de cuatro esferas principales:

🔹 Salud 🔹 Trabajo 🔹 Familia 🔹 Vida Social

Lograr que todas tengan el mismo peso al mismo tiempo es una expectativa irreal. El balance perfecto no existe. Lo que sí existe es el equilibrio dinámico.

Tu proyecto de vida está en constante cambio:

  • Te enfermas y la salud se vuelve prioridad.

  • Tienes un bebé y la familia ocupa más espacio.

  • Te lanzas a crecer profesionalmente y el trabajo lidera.

  • Te tomas un sabático y la vida social se vuelve central.

Todo cambia. Y con cada cambio, necesitas rediseñar tu balance.

💡 No hay un solo balance válido para todos

Tu equilibrio depende de muchas variables:

📍 Tu edad 📍 Si tienes pareja o hijos 📍 Si alguien depende de ti 📍 Tu estado de salud 📍 Tu momento de vida

Cada una de estas condiciones influye en qué esfera necesitas priorizar. Y está bien que cambie. Está bien que no sea simétrico. Está bien que no dure para siempre.

🧠 ¿Qué puedes hacer ante esta realidad?

En un entorno laboral donde cada vez se nos exige más con los mismos recursos, dos habilidades humanas son clave:

🤔 Introspección: Para conectar con lo que realmente quieres y necesitas en este momento. 🎨 Creatividad: Para encontrar formas nuevas, flexibles e incluso divertidas de lograr ese balance dinámico.

🌱 El balance se aprende (y se practica)

Reconocer que el equilibrio no es fijo sino fluido, te da herramientas para navegarlo con más calma y conciencia. El balance de vida no se encuentra, se construye.

🧩 Es una habilidad, y como toda habilidad, se puede aprender.

¿Te interesa aprender cómo diseñar tu propio equilibrio? o ¿Te interesa un taller con esta temática para tu equipo? Pregúntame. Te puedo ayudar.

Anterior
Anterior

La generosidad no es darlo todo. Es dar bien

Siguiente
Siguiente

El agua estancada se pudre… y tu pensamiento también